No hay con qué darle

Dos estudios independientes dados a conocer en los últimos días, ambos usando los datos recolectados por el observatorio orbital de rayos X Chandra (NASA), probablemente pasen a convertirse en las más contundentes comprobaciones de la Teoría de la Relatividad General. La conclusión es que, a casi cien años de formulada, la teoría einsteniana no tiene rivales y es un paradigma inigualable de explicación de la realidad por medio de la abstracción matemática y de asombroso correlato con observaciones realizadas con la más alta tecnología experimental.

Los dos equipos de científicos en cuestión trabajaron observando racimos de galaxias, que son los objetos más grandes del Universo que la gravedad puede mantener ligados. Uno de los resultados termina de derrotar a la única teoría alternativa a la Relatividad General, la llamada gravedad f(R), que gozaba de algún tipo de plausibilidad, mientras que la otra demuestra que ésta es válida también para grandes escalas espaciales y temporales a lo largo del cosmos.

La necesidad de explicar la expansión acelerada del Universo, que actualmente observan los astrónomos, llevó a los cosmólogos a contemplar la posibilidad de ciertos retoques a la Relatividad General. Por estos tiempos, la especulación más popularizada para esta observación desconcertante es la llamada constante cosmológica. Esta constante tiene como socia a la energía que existe en el espacio vacío, denominada energía oscura, porque no es detectable. Sin embargo, en la teoría de la gravedad f(R), la aceleración proviene de una modificación de la fuerza de gravedad. Esta fuerza modificada también afectaría el ritmo con el cual crecieron las pequeñas aglomeraciones de materia a lo largo de los eones para convertirse en racimos masivos de galaxias y, justo en ese detalle, es dónde la teoría podría someterse al examen observacional.

Fabian Schmidt, del California Institute of Technology (Pasadena, Estados Unidos), y sus colegas usaron estimadores de la masa de 49 racimos de galaxias en el universo local a través del Chandra y las compararon con las predicciones del modelo teórico, con los estudios sobre explosiones supernovas, con la radiación cósmica del fondo de microondas y con la distribución de galaxias a grandes escalas. El equipo no encontró evidencias de que la gravedad sea diferente a la de la Relatividad General en escalas más grandes que 130 millones de años luz. Knot out para el retador más prometedor de la Relatividad General.

Un segundo estudio independiente puedo poner a prueba directamente a la Relatividad General sobre distancias y tiempos cosmológicos. Hasta el momento, la teoría einsteniana había sido verificada en el laboratorio que constituye al sistema solar pero siempre con la duda acerca de si saldría exitosa aplicada a grandes escalas. Para recoger este guante, un grupo de científicos de la Universidad de Stanford comparó observaciones del Chandra acerca de cuán rápido los racimos de galaxias habían evolucionado según la teoría de la Relatividad General. Resultado: completo acuerdo teoría-observación, típico en una ciencia altamente formalizada. Para la hinchada constructivista, para la cual no hay realidad externa al intelecto humano sino sólo construcción de discursos, que lo mira por TV…

“La teoría de Einstein es exitosa nuevamente para calcular cuántos racimos masivos se formaron bajo el tirón gravitatorio durante los últimos 5000 millones de años.”, asegura David Rapetti del Kavli Institute for Particle Astrophysics and Cosmology (KIPAC) de la Universidad de Stanford y del National Accelerator Laboratory SLAC, líder del segundo grupo de investigadores, y agrega que sus resultados son el más robusto test de consistencia de la Relatividad General jamás realizado sobre distancias cosmológicas. El estudio está basado en una muestra de 238 racimos de galaxias. Los racimos de galaxias son objetos muy importantes para intentar entender al universo como un todo y, dado que la evaluación de sus masas es muy sensible a las propiedades de la gravedad, son una herramienta de estudio inmejorable.

Como Newton, Einstein ya empieza a contar por centurias la solidez de sus aportes. Barrilete cósmico!

por Guillermo Mattei