Giordano Bruno tiene razón: hay extraterrestres entre nosotros

Por Guillermo Mattei *

Casi una de cada cuatro estrellas del tipo de nuestro Sol podrían tener planetas del tamaño de la Tierra, de acuerdo a un estudio sobre sistemas solares cercanos publicado el 29 de octubre de 2010 por astrónomos de la Universidad de California en Berkeley.

Dentro de una esfera de radio 80 años luz, centrada en la Tierra, el telescopio hawaiano Keck espió 166 estrellas durante cinco años para poder determinar el número, la masa y la distancia orbital de todos sus planetas.

Los investigadores encontraron un número creciente de planetas llamados superTierras, por triplicar como mínimo el tamaño del nuestro, que, de todas maneras, son los más pequeños detectables hasta la fecha.

“Considerando 100 estrellas similares a nuestro Sol, una o dos tienen planetas del tamaño de Júpiter, unas seis tienen el de Neptuno y doce tienen superTierras que van desde tres a diez veces el tamaño de la Tierra”, dice el astrónomo Andrew Howard y agrega que, extrapolando a tamaños terrestres (media Tierra a doble Tierra), la predicción indica un 23% de mundos parecidos al nuestro. Los verdugos de Giordano se revuelven en el infierno.

La conclusión más importante es que mientras, en la próxima década, los astrofísicos perfeccionan las técnicas para ver directamente a planetas de tamaños terrestres, “ya sabemos dónde buscar”, afirma Howard.

Debido a que los investigadores sólo detectan planetas de órbitas cercanas a sus estrellas, podría haber más planetas terrestroides a mayores distancias, incluidas la óptimas para permitir la estabilidad el agua líquida y el eventual desarrollo de formas organizadas de materia y energía tales como la vida. El cardenal Belarmino hoy no tolera la atmósfera saturada en azufre.

Pero como en ciencia no hay dogma, ocurre que estos resultados contradicen a las predicciones de los modelos teóricos de formación y migración de planetas dado que, según éstos, luego de sus nacimientos en los llamados discos protoplanetarios, siempre se pensó que muchos planetas debían colapsar en espiral hacia en centro a causa de la interacción con los gases del disco. Estos modelos predicen un desierto planetario en las cercanías de la estrella, lo cual es opuesto a lo que se observa. Contradecir la verdad en ciencia no amerita ir a buscar los maderos para un pira inquisitorial, sino que abre nuevos desafíos a las explicaciones.

Basados en cálculos estadísticos y en la futura tarea del telescopio orbital Kepler, los astrónomos detectarán entre 120 y 260 mundos plausiblemente terrestres orbitando alguna de las diez mil estrellas cercanas parecidas a nuestro Sol con períodos orbitales menores a cincuenta días.

Cuatrocientos diez años después, Howard habla por Giordano Bruno: “Una de las principales metas de la astronomía será encontrar planteas tipo Tierra orbitando estrellas tipo Sol a distancias tipo Tierra-Sol” y, en ese sentido, concluye que, el hecho de que la predicción sea que esto puede suceder en una proporción 1 a 4 en lugar de 1 a 100 es una noticia gloriosa.

Giordano, pese a todo, sonríe.

* Guillermo Mattei. es Doctor en Física y Coordinador del Área de Popularización del Conocimiento & Articulación con la Escuela Media de la FCEN. Además de colaborador permanente de EXACTAmente